Comprar una casa es una de las mayores inversiones que alguien puede hacer en su vida. Pero a veces, incluso las casas construidas con más esmero tienen defectos en los acabados. Estos defectos de acabado pueden ser frustrantes e incluso dañar el valor de tu casa, pero hay una solución: puedes reclamarlos y conseguir que el constructor los arregle.
¿Qué son los defectos de acabado en una casa?
Los defectos de acabado en una casa son aquellos que dificultan el uso y disfrute de tu vivienda, como suelos irregulares, paredes mal pintadas, baldosas rotas, fisuras, instalaciones que no funcionan, etc. Pueden ser de naturaleza estética o funcional, pero ambos requieren atención inmediata.
¿Cómo reconocer los defectos de acabado?
Es esencial inspeccionar a fondo una vivienda nueva antes de comprarla. La mejor forma de reconocer los defectos es hacer una inspección en buenas condiciones de iluminación y con un ojo experto. Comprueba cada rincón en busca de problemas como suelos irregulares, goteras, pintura dañada, puertas y ventanas desiguales y armarios mal encajados, entre otras cosas. Puedes contratar los servicios de un inspector de edificios o de un profesional que te ayude a identificar los problemas.
¿Qué hacer si encuentras defectos de acabado en tu casa?
Si encuentras defectos de acabado en tu casa, el primer paso es notificárselo al contratista o al vendedor. Esto debe hacerse por escrito para que puedas presentar pruebas en caso de litigio. Haz una lista de los problemas que has detectado y pide al contratista o al vendedor que los solucione.
¿De cuánto tiempo dispones para reclamar los defectos de acabado de una vivienda?
Si el defecto se ha encontrado en una vivienda de nueva construcción la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) contempla desde el año 2000 tres plazos de garantía para proteger los derechos de los compradores de viviendas y establecen responsabilidades para los promotores y constructores. Estos plazos varían en función de la importancia de los daños por la mala construcción y que son:
- Plazo de 1 año: Defectos que afecten al uso funcional de instalaciones.
- Plazo de 3 años: Defectos de acabado que afecten al uso funcional de la vivienda.
- Plazo de 10 años: Defectos estructurales o que comprometan la estabilidad y seguridad del edificio.
Por otra parte, si la vivienda es de segunda mano, se dispone de un plazo de hasta 6 meses desde la adquisición de la casa para registrar formalmente cualquier reclamación ante el vendedor. Es importante hacerlo con prontitud para que el contratista pueda reparar los daños antes de que empeoren.
¿Cuál es el proceso para reclamar defectos de acabado en una vivienda?
El proceso de reclamación de defectos dependerá del contrato firmado con el promotor inmobiliario en España. El comprador debe notificarlo por escrito al contratista o al vendedor, indicando los daños que deben repararse. El contratista dispondrá de hasta 3 meses para reparar los daños. Si el contratista no repara los desperfectos, el comprador tiene derecho a solicitar una indemnización o a rescindir el contrato.
¿Qué ocurre si el contratista o el vendedor no reclaman su responsabilidad?
Si el contratista o el vendedor niegan su responsabilidad por los daños, el comprador puede llevar el caso a los tribunales. El comprador debe seguir respetando el plazo de tres años desde la fecha del acta de finalización para reclamar los daños. Una vez en el juzgado, un perito evaluará los daños y emitirá un informe que el propietario podrá utilizar como prueba para reclamar daños y perjuicios.
Paris & Pardeiro Abogados en Móstoles
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Conclusión
Comprar una casa es un logro fantástico, pero a veces los problemas con el acabado pueden entorpecer que disfrutes de tu hogar. Sin embargo, la buena noticia es que los compradores pueden reclamar daños por defectos de acabado en un plazo de tres años desde la fecha de compra. Es esencial que los compradores se preocupen de inspeccionar cualquier vivienda recién comprada y notifiquen por escrito al contratista o al vendedor en cuanto detecten algún desperfecto. Recuerda que no todos los defectos se tratan de la misma manera.
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